La ciudad de Barcelona es una ciudad que excede en los decibelios causados por el tráfico rodado, por ello una exposición excesiva al «ruido del tráfico es un problema de primer orden para la salud que causa molestias y alteraciones del sueño a muchas personas. Un ejemplo lo tenemos con la ciudad de Barcelona, donde su ayuntamiento ha elaborado un profundo estudio de todas sus calles y ha establecido un mapa estratégico donde se puede advertir en distintas zonas horarias y según la calle de dicha ciudad, los niveles de ruido en decibelios que soportan los ciudadanos, pero a niveles generales y haciendo un estudio generalizado de todas las áreas en su conjunto este estudio desvela algunas cosas: de día, más del 18% de la población soporta un ruido superior a 70 decibelios, que es el límite admisible; de noche, la situación varía, tanto en número de gente afectada (cae al 8%) como en lo no admisible: por encima de los 65 decibelios.
Con estos datos no es de extrañar que más pronto que tarde se elaborara el Real Decreto 1513/2005, que obliga a todas las ciudades de más de 250.000 habitantes realicen el mapa estratégico de ruido además de actualizarlo cada cinco años. Este Real Decreto se adapta a la Directiva Europea 2002/49/CE sobre evaluación y gestión del ruido ambiental.
A nivel europeo la exposición al ruido muestra que la mitad de la población de las zonas urbanas con más de 250.000 habitantes está expuesta, a causa del tráfico de vehículos, a niveles de ruido superiores a 55 decibelios (dB) del indicador europeo Lden (el indicador de ruido ambiental global medido durante el día, la tarde y la noche, utilizado para determinar la molestia causada por la exposición al ruido) a causa del tráfico de vehículos. Esto representa más de 41 millones de personas.
El tráfico rodado sin duda es un tema preocupante, pero ¿qué ocurre cuando estamos en nuestro hogar?, ¿que pasa si seguimos oyendo un exceso de ruido de coches, pitidos, gritos y ruidos de maquinaria de obra?, realmente hay muchas cosas a las que se termina una persona por acostumbrar, hasta el ruido del paso del tren cuando vives en las cercanías de una estación de Renfe. Pero es insoportable cuando durmiendo de repente vibran hasta las paredes porque el vecino ha puesto a todo volumen su equipo de música. Vaya, vaya !, pero los niveles máximos de ruido (medidos en decibelios) varían en función de la estancia interior donde nos encontremos y de la franja horaria del ruido. Por ejemplo, la Ordenanza de Barcelona prevé los siguientes límites:
En dormitorios:
De 8h a 23h: 30 db
De 23h a 7h: 25 db
En zonas de estancia:
De 8h a 23h: 35db
De 23h a 7h: 30 db
Zonas de servicio (cocina, baño etc.):
De 8h a 23h: 40db
De 23h a 7h: 30db
Para hacernos una idea, si desde el propio domicilio podemos entender la conversación de los vecinos, se están superando los niveles máximos permitidos o a lo mejor es que las paredes son tan finas que da igual que hablen bajo.
¿Qué podemos hacer para reducir los decibelios en nuestro hogar?, ese ruído insoportable que viene de fuera!…
En el mercado textil se han desarrollado tejidos que gracias a su composición y con la adecuada combinación de capas de diferentes funcionalidades, se es capaz de reducir con la confección de una cortina acústica de aquellos decibelios que estamos soportando de más. Así aparecen en el mercado las cortinas Insoudtex, capaces de adaptarse a diferentes entornos, tales como viviendas, oficinas, fábricas, discotecas o estudios de grabación, entre otros muchos espacios.
Para que puedan hacerse una idea, el modelo de cortinas Insoudtex 10DB está diseñado para reducir alrededor a 10DB con una variación del +-15% dependiendo el tipo de instalación que se haga. La gama Insoudtex dispone de otras cuatro referencias que van incrementando su capacidad reductora del ruído, que no solo proviene de la calle, sino que aisla significativamente desde el interior de cualquier vivienda hacia el exterior.
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