La normativa ignífuga relativa a grandes espacios industriales establece una serie de medidas de control que combaten a mitigan rápidamente la acción del fuego y las consecuencias del humo. Para llegar a ser efectivo los sistemas contraincendios y de control de humos han de estar sincronizados. Por ello, en el diseño de un sistema de estas características, la normativa UNE 23585 establece una serie de cálculos a realizar en función de las dimensiones y tipología del recinto a dimensionar.
Entre las medidas contraincendios homologadas que actualmente existen para su aplicación, está la instalación de cortinas de humo junto con exutorios.
Las cortinas de humo pertenecen al grupo de elementos de seguridad que conforman los SISTEMAS DE PROTECCIÓN PASIVA. Se podría decir que son todos aquellos métodos, materiales, equipos e instalaciones que se incorporan no con el fin de extinguir el fuego, sino para hacer más difícil su acción sobre ellos, es decir, dificultar la destrucción de los mismos, ya que así se podrá controlar el avance del fuego más fácilmente.
En este sentido, hay que diferenciar el grado de participación de las cortinas de humo de las cortinas cortafuegos, ya que estas últimas sí que actúan directamente sobre el área o foco del incendio, sellando toda el área, mientras que las cortinas de humos cuelgan parcialmente del techo hasta una determinada altura, para delimitar y frenar el avance del humo.
Por otra parte, el exutorio es un dispositivo que genera, de forma automática o manual, una apertura para ayudar a que, en caso de incendio, el humo evacúe de forma natural. Dentro de los Sistemas de Protección contra Incendios, éste es un elemento imprescindible para naves industriales, almacenes, centros comerciales y edificios.
Para un correcto dimensionado de la superficie aerodinámica de evacuación de humos donde van las cortinas de humo, en España este tipo de sistemas se rige por la norma UNE-EN-12101-1, “Especificaciones para barreras para control de humo”. Pero el cálculo y diseño de los sistemas SCTEH responde a la norma UNE 23585:2017, y su instalación, accionamiento y mantenimiento los recoge la norma UNE 23584:2008.
Cuando se diseña la sectorización contra incendios en una gran nave industrial de fabricación o almacenamiento, uno de los sistemas de protección más innovadores son las cortinas cortafuegos y antihumos automáticas que se despliegan verticalmente. Este sistema se aloja dentro de un cofre o cajón metálico de alta resistencia al calor, enrollándose la cortina en un tubo motorizado que se activa en caso de incendio.
Una vez contempladas las mediciones, la cortina se fabrica a partir de fibras textiles que aguantan las altas temperaturas y la estanqueidad al humo a las que se va a enfrentar. Este tejido viene en color gris, pudiendo encargarse bajo petición en color blanco.
En la instalación de las cortinas de humo, se coloca un contrapeso que nos va a servir como tensor vertical y así controlar homogéneamente su deformación en caso de incendio. Por norma la cortina tiene que caer 10 cm por debajo de la capa de humo que se estima para absorber la deformación o flexión que esta va a tener a consecuencia del empuje de los gases calientes.
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