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La contaminación en general está pasando factura a muchos aspectos de la vida y los gobiernos están tomando medidas cada vez más drásticas, hoy mismo hemos recibido la noticia de que las bolsas de plástico se cobrarán en todos los comercios y se da un plazo de dos años para que éstas desaparezcan del todo y se sustituyan por bolsas ecológicas o biodegradables. En cuanto a las viviendas saludables o ecoeficientes aún falta mucho por hacer, sobre todo si pensamos que aún somos muy dependientes de la energía eléctrica que producimos mediante carbón, gas y el resto que es en gran medida la que compramos a otros países van aumentando progresivamente el gasto tarifario eléctrico cada vez más en las viviendas. Unido a esto tenemos el escaso o casi nulo uso de la energía solar en las viviendas por las restricciones que tenemos en nuestro país. Otro aspecto a tener en cuenta es la deficiente forma en que están aisladas las viviendas en España, haciendo que el gasto energético en cuanto a frío o calor sea más del que debería.

Una aislamiento térmico y acústico, para ello se deberá comprobar las ventanas, el principal foco de transmisión y pérdida de calor, por no decir del frío que entra en invierno y el ruido en toda vivienda. Fruto de la burbuja inmobiliaria la mayoría de constructores han realizado pésimas instalaciones, muros sin la suficiente capacidad de aislamiento y ventanas tan simples que cuando llega el invierno condensan fácilmente la humedad del exterior al interior de la vivienda, por no decir el ruido que percibimos desde el interior.

Una cosa lleva a la otra, una vivienda térmicamente aislada también es una vivienda que se aísla con eficiencia del ruido exterior. Una vivienda que recibe más luz ahorra en electricidad, no olvidemos que existen ya casas que rotan como si fuesen girasoles, son una minoría pero las que existen están equipadas con unos sensores inteligentes hacen que la vivienda gire buscando la luz solar para que ésta entre por las ventanas, ejemplo de esta tecnología ecoeficiente la podemos encontrar en muchos lugares, aunque esta tecnología queda aún muy lejos para ser usada de forma generalizada por la mayor parte de la sociedad.

Así que las viviendas que ya están construidas desde hace bastante años tienen la posibilidad de reformarse parcialmente utilizando recursos innovadores como son las cortinas acústicas para reducir el ruido del exterior. Aunque si contamos con ventanas de aluminios muy viejas, probablemente el frío y el calor sigan transfiriéndose con facilidad en cualquier punto de nuestra vivienda.

Para las nuevas construcciones más innovadoras y atrevidas donde el concepto residencial sostenible se integra en la naturaleza tiene la ventaja de que pueden situarse en cualquier terreno ya que los proyectos se adaptan a los diferentes territorios y posibilidades, manteniendo el modelo de una arquitectura atractiva y funcional.

Este tipo de viviendas se pueden asentar sobre una estructura flotante que permite aislar y evitar el contacto con la tierra en la mayor parte de la superficie del suelo, aumentando así la permeabilidad frente a la humedad del terreno. La ventaja principal de estas viviendas es el gasto en climatización o luz artificial ya que aprovecha en cada momento la posición del sol o ventilación variando sus posiciones según las necesidades de cada momento y la temperatura.

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