Muchas veces hemos dado información a cuenta sobre los daños auditivos cuando estamos sobreexpuestos a mucho ruido, pero lo que muchas personas no saben es que con el tiempo que permanecemos expuestos a un excesivo ruido acabamos por sufrir una serie de dolencias colaterales. El más directo y el que más temprano detectamos es la falta de sueño, alterando su profundidad y calidad con interrupciones sucesivas. Sus efectos fisiológicos son; un aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca, vasocontricción, además de arritmia cardíaca. Cuando despertamos al día siguiente nos podemos llegar a sentir con fatiga, bajo rendimiento en el trabajo, decaimiento y sentir fatiga.
Pero profundizando un poco más y en un orden más complejo podemos encontrarnos con las enfermedades isquémicas del corazón. Las enfermedades isquémicas del corazón, isquemia cardiaca o enfermedad coronaria es el tipo más común de enfermedad cardíaca que se produce cuando se reduce el flujo sanguíneo al músculo del corazón, por un bloque parcial o completo de las arterias que suministran sangre al corazón. Este tipo de enfermedades pueden llegar a cronificarse con una exposición prolongada al ruido, haciendo que la sangre se espese, alterando su viscosidad y con un aumento de lípidos y glucosa, siendo factores de riesgo en el aumento y desarrollo de arteriosclerosis y la diabetes. Estos efectos son mayores en horas nocturnas que durante el día, ya que el nivel de consciencia durante la noche es más bajo y cuesta más lograr un sosiego aceptable.
Es quizás durante la noche cuando necesitamos más sosiego, por eso una de las soluciones más eficaces es comprar cortinas especiales para el ruido. Este tipo de cortinas van muy bien en invierno porque mantienen la calidez en el interior del hogar, debido a que sus capas gruesas retienen el calor y al mismo tiempo atenúan y aíslan el ruido procedente del exterior, facilitando así el sueño.
Recordemos que según un estudio de la OMS, los valores guías establecidos para el ruido residencial o comunitario proveniente de la actividad urbana en exteriores, que en su mayor parte es producido por el ruido del transporte, destaca en primer lugar por el causado por el tráfico rodado. Las alteraciones del sueño comienzan con niveles de 30 dB(A) de ruido de fondo medidos dentro del dormitorio, o inferiores si el ruido contiene una proporción elevada de bajas frecuencias. Para evitar problemas auditivos menores a largo plazo, se establece un valor límite de 70 dB(A) para los niveles Leq24h (promediados a lo largo del día) y 110 dB(A) para Lmax Niveles máximos). La molestia o irritación ocasionada por el ruido depende no sólo de los niveles sonoros, sino también y en gran medida del tipo de ruido, sus características espectrales y cómo varían éstas con el tiempo, el momento del día, el número de eventos puntuales, la actividad realizada, etc.
Con estos datos la insonorización textil de muchos hogares cobra una mayor dimensión con la ayuda de cortinas especiales acústicas, incorporando soluciones como las que propone Insoudtex 10 y 15 decibelios de reducción sonora.
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