Sevilla al igual que otras grandes ciudades, cuentan con un mapa del ruido y en determinadas horas punta de tráfico suelen presentar unos índices que sobrepasan los límites recomendados. Dos grandes avenidas en Sevilla así lo registran, son Menéndez Pelayo y José Laguillo, pero a pesar de las medidas de peatonalización de otras calles y determinados cambios en el sentido del tráfico para una mejor regulación, la contaminación acústica en Sevilla aún persiste.
Para reducir el ruido en Sevilla y otras ciudades se plantean medidas como la colocación de grandes pantallas que actúan como cortinas insonorizantes. Este tipo de recursos constructivos se pueden ver habitualmente en las entradas de las grandes ciudades y es un elemento imprescindible para que los edificios anexos no reciban el molesto sonido del continuo tráfico rodado.
En un principio estas cortinas insonorizantes eran de hormigón, que contaban con unas estrías verticales en donde el sonido es guiado y desviado. Con el paso del tiempo, se han ido instalando otros tipos de paneles, con materiales metálicos de acero o aluminio e incluso para dar un aspecto más amigable, se pueden ver cortinas insonorizantes de metacrilato transparente.
A pesar de estas medidas arquitectónicas en las entradas de muchas ciudades, no podemos dejar de lado la preocupación de otras zonas más céntricas donde estos elementos constructivos no son posible instalarlos. De ahí que en muchos edificios opten por otras soluciones internas más directas y adaptativas según sus circunstancias. Entre estas soluciones están las cortinas insonorizantes confeccionadas con tejidos ignífugos M1/Clase 1, que cuentan con una serie de capas estratégicamente dispuestas en un orden concreto.
En Sevilla existen zonas sensibles donde el ruido supera hasta los 75 decibelios, muy por encima de lo permitido y según las recomendaciones de la OMS.
Plaza de Armas, Reina Mercedes, Triana Norte, Enramadilla o Alberto Jiménez Becerril son consideradas zonas acústicamente saturadas, según un informe reciente del Ayuntamiento de Sevilla.
Este estudio indica que el principal foco de emisión y el que tiene una mayor relevancia sobre la población es el tráfico rodado. Más del 70% de la población local que vive cerca de los viales está sometida a niveles por encima de los 65 decibelios durante el día, niveles que se mantienen hasta las once de la noche. La situación no es muy diferente durante el periodo nocturno, cuando la OMS sitúa el límite en torno a los 50 decibelios.
Según el informe municipal, aproximadamente el 60% de los ciudadanos que residen cerca de los focos de carreteras sufren valores por encima de los 55 decibelios.
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