Los grandes frentes de vidrio son una solución constructiva de diseño que hoy día se ha puesto de moda en edificios modernos, pero tienen un inconveniente, la de dejar pasar mucha luz y en ocasiones no aíslan lo suficiente del ruido exterior. Por este motivo contar con un buen aislamiento acústico es en ocasiones difícil.
La solución más práctica y efectiva es el dotar con un complemento técnico como una cortina acústica el gran muro cortina a través del cual se quiere evitar las fugas de aire y vibraciones. De ahí que se sopese el rendimiento acústico de estos muros cortinas y su tan elevado coste, que más bien termina ejerciendo una función estética por encima de la práctica.
Estos inconvenientes vienen por la moda de crear vistosidad en los grandes proyectos de oficinas corporativas, que quieren dar una apariencia vanguardista en sus edificios sin tener en cuenta factores ambientales acústicos. Muchos edificios que se construyeron en años pasados arrastran este problema de aislamiento acústico por no contar con un vidrio de cámara adecuado en su parte interna, de ahí que se tengan que complementar con una cortina textil que actúe como barrera para la transmisión del ruido, al tiempo que reduzca la luminosidad en época estival que tanto gasto energético provoca con el uso de la climatización.
Afortunadamente en el mercado contract existen soluciones para adaptar una cortina al diseño minimalista de un muro cortina, preferentemente usándose carriles motorizados con domótica inteligente. Estos rieles motorizados incorporan en algunos modelos sensores de calor que activan el mecanismo de cierre, cerrándose la cortina para tapar la luz solar en horas de máxima temperatura.
No podemos olvidar que los materiales poco absorbentes como la superficie plana de un cristal o vidrio no ofrecen un aislamiento acústico adecuado, para ello se montan con una cámara interna, que no siempre es tan efectiva como se desearía.
En la adaptación de estos espacios, las cortinas acústicas no miden solo su calidad y poder de absorción sónica por la densidad porosa de su tejido, sino que en la confección de la misma intervienen una serie de otros materiales con diferentes cualidades estratégicamente sobrepuestos.
Por su estilismo esta cortina acústica es un ejemplo de que la elegancia siempre es compatible, no solo con los diseños tradicionales, por su tipo de confección encaja muy bien en estructuras muy lineales y sobrias, siguiendo la misma vertical de forma homogénea en su onduloso y perfecto fruncido. Esta cortina acústica está homologada por los laboratorios Aitex, ya que sus tejidos han pasado no solo las pruebas de absorción y aislamiento acústico, también cumple con las normativas ignífugas europeas.
La norma española en su Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, viene a cumplir las directrices que la Unión Europea creó, a partir del Libro Verde de la Comisión Europea sobre «Política Futura de Lucha Contra el Ruido», en la necesidad de aclarar y homogeneizar el entorno normativo del ruido.
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