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La práctica desaparición de los ruidos con la casi inexistente movilidad de personas y vehículos provocó la pandemia nos permitió darnos cuenta del nivel de contaminación acústica en el que vivimos habitualmente.

Durante el año 2020 Galicia pudo comprobar cómo los valores de ruido ambiental se redujeron a la mitad con respecto al año anterior, según los registros obtenidos en las estaciones más estratégicas de referencia.

La reducción de los índices de ruido fueron significativos debido a la reducción del tráfico rodado y, en casos puntuales, a la no celebración de las fiestas habituales en ciertas zonas, así como la del tránsito en zonas muy comerciales.

Pero ahora vuelve la normalidad y todo vuelve a funcionar como antes, así que el tráfico rodado, los comercios y las industrias están a pleno rendimiento, generando niveles de contaminación acústica que en algunas zonas pueden llegar a ser preocupantes.

El ruido es una alteración deformada del sonido que lo percibimos como algo anómalo y molesto para nuestro sentido del oído, pero en la mayoría de los casos acabamos por aceptarlo sin percibir el daño que poco a poco nos va causando.

La paradoja del ruido consiste en que es una enfermedad silenciosa, capaz de derivar en otras enfermedades aún más graves.

Las medidas orientadas a restringir el tráfico son cada vez mayores en determinadas zonas, especialmente el centro de las grandes ciudades, ya que así se evita el ruido y al mismo tiempo la polución.

A nivel profesional, comercial o incluso también doméstico las cortinas insonorizantes han demostrado que ayudan eficientemente a reducir los niveles de ruido en determinadas circunstancias. Por ejemplo a nivel industrial los motores o maquinaria tienden a generar mucho ruido, por ello las mantas acústicas suelen utilizarse para envolver y encapsular la maquinaria.

A nivel de restauración, determinados establecimientos necesitan también en ocasiones la adaptación de grandes salones que sin las cortinas divisorias e insonorizantes seguirían provocando una gran reverberación con lo que se haría imposible la comunicación entre las personas.

 

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