Las cortinas acústicas son una solución muy recomendada para reducir los niveles de contaminación acústica que absorbemos diariamente y que nos provocan si estamos demasiado tiempo expuestos al ruido, posibles enfermedades cardiovasculares.
Ya lo advierte la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española de Cardiología (FEC) que explicaron este pasado 5 de junio (Día Mundial del Medio Ambiente), a través de su Grupo SEC-FEC Verde, los efectos a nivel cardiovascular que tiene el exceso de ruido.
Las consecuencias que tiene el ruido en la salud cardiovascular son evidentes sobre todo si la exposición es mantenida en el tiempo. Principalmente incrementa la frecuencia cardiaca, la presión arterial y los niveles de cortisol que son los que propician la creación de la hormona del estrés. Es sabido también que los impactos súbitos de determinados ruidos hacen que estados inflamatorios de baja intensidad puedan cronificarse si se mantienen en el tiempo de forma regular.
Con todo esto, existen estudios y mediciones que analizan la presión sonora en un tiempo dado, sobre todo se realizan para la prevención de riesgos laborales en centros de trabajo que tienen que cumplir los estándares de seguridad auditiva en los trabajadores.
Estos estudios se centran en la exposición media total que un trabajador está sometido a ruidos en un tiempo dado, aplicándose para ello la fórmula de cálculo que dice:
Conociendo las condiciones de trabajo en determinados recintos industriales, podemos determinar mediante unos cálculos la exposición media en decibelios de un trabajador.
Tenemos por ejemplo una fuente sonora de 85 dB que dura 2 horas, una segunda fuente que genera 90 dB durante 1 hora y una tercera fuente sonora que arroja unos 88 dB de presión sonora durante 1,5 horas. En total tenemos 4,5 horas de tiempo total que un trabajador está sometido diariamente.
Luego aplicando la fórmula, tenemos que:
NPS= 10 log ( 10*85/10*2 + 10*90/10*1 + 10*88/10*1,5 ) / 4,5 = 87,58 dB de presión media.
Si la evaluación de riesgos de una empresa detecta unos niveles superiores a los 85 dB tiene la obligación de informar de ello, así como de cuáles son las medidas preventivas que van a adoptarse.
Una de las medidas más efectivas para reducir el ruido es el encerramiento del equipo ruidoso en el interior de una cabina especialmente diseñada para impedir que el ruido salga al exterior. Aunque la reducción de ruido que permiten las cabinas es importante, no siempre es posible utilizarlas, pues el encerramiento del equipo puede ser incompatible con el proceso productivo. Por ello las cortinas acústicas son una solución parcial mixta que permite el uso de cabinas semi-abiertas, absorbiendo gran parte de la presión sonora y evitando así la reverberación en grandes espacios, además de aislar acústicamente zonas de trabajos.
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