Mientras estamos en el lugar del trabajo no echamos en falta el silencio, pues estamos concentrados en multitud de tareas y rodeados de continuos ruidos, los teléfonos, maquinarias, etc…, pero cuando llegamos a casa y nuestro salón o dormitorio linda con una gran avenida donde circula de manera constante muchos vehículos, entonces la tranquilidad que buscábamos desaparece evitando que nos podamos relajar y descansar.
En el lugar de trabajo también se cuenta con diseños modernos y atrevidos donde los colaboradores interactúan desarrollando proyectos de manera conjunta y transversal, flexibilizando la zona de trabajo con cortinas acústicas.
Las cortinas de aislamiento acústico para reducir el ruido exterior que proviene de la calle, son una solución muy efectiva ya que por una parte combinan las cualidades de absorción acústica que amortiguan las ondas sonoras y por otra hacen que el último residual de sonido que queda aislado en las últimas capas de la cortina acabe desapareciendo.
El ruido por tanto es un problema que cada vez origina más enfermedades crónicas, pues es causante en primer lugar del estrés, lo que desestabiliza el sistema inmunitario. Este y otros problemas de salud, como la merma de audición e hipertensión son cada vez más comunes en nuestro país y en las grandes ciudades de Europa.
Para dar solución a todo esto, las nuevas edificaciones tienen que cumplir con unos requerimientos estructurales y de aislamiento acústico mucho más eficaces. Incluso a nivel cultural en teatros, grandes auditorios o grandes espacios diáfanos están diseñados de manera que gracias a las cortinas de aislamiento acústico con propiedades fonoabsorbentes que mejoran la calidad interior del sonido y al mismo tiempo se aísla del ruido del exterior.
Todo ello para contribuir con las normativas europeas que legislan sobre contaminación acústica, diseñando paralelamente una zonificación controlada según las circunstancias y peculiaridades de cada ciudad.
Estas zonificaciones persiguen controlar en las zonas más intensas de ruido mediante normas en horarios, que cumplan con la convivencia entre residentes y comercios para bien de todos y el buen descanso a determinadas horas límites. Durante el día, claro está no hay impedimentos para el desarrollo de actividades sociales y comerciales, así como en el mantenimiento en obras públicas, por lo que a veces el ruido puede ser un problema si no adecuamos el interior de nuestra vivienda con mejoras acústicas.
En cuanto a las actividades comerciales y de ocio, tales como restaurantes y discotecas donde la afluencia de público es considerable no solo en su interior sino en la entrada de dichos locales, el ruido puede ocasionar molestias a los vecinos, de ahí que principalmente en su interior estén acondicionados dichos espacios cerrados. En este acondicionamiento las cortinas de aislamiento acústico contribuyen a reducir el ruido que en su interior se puede originar.
De hecho las corporaciones locales exigen ciertos acondicionamientos acústicos para la apertura de determinadas actividades, así y de esta forma muchos permisos pueden ser librados en favor de dichas actividades una vez han sido reacondicionados acústicamente.
Comentarios recientes